sábado, 2 de abril de 2016

Te quiero.

Te quiero y nunca te lo he dicho. Se que los has sospechado, pero nunca me atreví a soltarlo. Y me siento estúpida, porque no hay nada más lindo y dulce que un te quiero en el momento justo... Y ese es el problema. No tengo motivos para decírtelo, no tengo el momento perfecto. Quizás quiero los recuerdos, los bonitos recuerdos que me sacan una sonrisa, pero después te recuerdo a vos y afirmo que si te quiero. Un te quiero raro, secreto, pero verdadero, imposible de calmar.

Hay días que te quiero más, días que te quiero menos, pero siempre te quiero y no pienso dejar de hacerlo. Porque aunque duela me gusta quererte. Me gusta mirarte y que accidentalmente me mires. Me gusta soñarte y despertarme alegre. Me gusta analizarte y encontrarte nuevas expresiones. Me gusta pensarte y hablarle de ti a mis insomnios. Simplemente, me gusta quererte y sonreirle a los recuerdos. Te regalo mis más lindas sonrisas sin que te des cuenta. Pero no me molesta, porque aún no estoy lista para decir te quiero. O quizás tú no estés listo para escucharlo.

Te quiero y eso es todo lo que importa. Te quiero y no hay nada más lindo.